Explora esta práctica portátil de Mindfulness que puedes usar a cualquier hora del día para salirte del modo “piloto automático” y sintonizar lo que está sucediendo a tu alrededor.

En medio de nuestras ocupadas vidas, esa plena consciencia del Mindfulness nos sirve como un ancla, permitiéndonos salir de nuestras cabezas por unos minutos e ir hacia el momento presente con atención. Pero puede ser difícil encontrar el tiempo para hacer una pausa y darnos cuenta de que el entorno y nuestros pensamientos, sentimientos y emociones impactan nuestro bienestar.

La buena noticia es que el “darnos cuenta” es una habilidad que puedes practicar y fortalecer con el tiempo. Esta práctica de dos minutos puede hacerse dónde te encuentres, puedes liberarte del “piloto automático” y darte cuenta cómo se sienten tu mente y tu cuerpo.

Explora esta práctica de tres pasos para cultivar el “darnos cuenta”:

1. Escaneo corporal breve: Comienza haciendo una sola respiración profunda inspirando por la nariz y espirando por la boca. Si puedes, y quieres, puedes cerrar los párpados amablemente o mantenerlos abiertos. Nota tu cuerpo donde está: la posición de tu cuerpo y, también, cómo se siente tu cuerpo. Si estás sintiendo alguna tensión en alguna parte, ve si puedes permitirle que se suavice y ajustas tu cuerpo según lo necesites.

2. Sintonízate con tu entorno: Empieza por permitirle a tu mente que divague un poquito. Nota los sonidos dentro de tu entorno y fuerade él. Date cuenta de cómo los sonidos tienen la propiedad de desaparecer y reaparecer y, también, cómo tu mente produce diferentes comentarios o imágenes sobre esos sonidos o sobre lo que estás experimentando. Permítete todo esto.

3. Nota tus pensamientos y tus emociones: comienza abriendo gentilmente tus ojos, notando cómo en tu entorno también hay elementos visuales. Nota cómo te sientes. Date cuenta de cómo te estás sintiendo física, mental y emocionalmente.

Basado en un artículo de Elisha Goldstein, PhD